martes, 24 de septiembre de 2013

Una copa más


Llega un momento durante la noche en el que te percatas de que no hay vuelta atrás. No dura mucho, pero por un instante eres perfectamente consciente de que las cartas están echadas y todo acabará en dosis variables de ibuprofeno, arrepentimiento y melancolía. Puede ser a la cuarta, a la quinta o a la sexta copa, dependiendo de la costumbre y el aguante de cada cual. Es ese momento en el que aún estás lo suficientemente lúcido para darte cuenta, pero ya lo bastante borracho para plantearte plegar velas.