lunes, 17 de octubre de 2011

El triple de Ansley

La Málaga baloncestista estaba de fiesta en junio de 1995. El equipo de baloncesto de la ciudad había llegado a la final de la liga ACB. Algo difícil de imaginar sólo tres años antes, cuando Unicaja de Ronda y Mayoral Maristas se fundieron en un sólo club que aglutinara todo el baloncesto de la ciudad.

Plantilla del Unicaja Málaga 1994/95 (malaga.diwiki.org)

No fue una sorpresa que el Unicaja alcanzara la final, pues ya en la liga regular había mostrado su poder terminando en segunda posición al cabo de las 38 jornadas. A la final, además, llegaban descansados, con fuerzas y ánimos intactos tras derrotar a Estudiantes, en cuartos de final, y TDK Manresa, en semifinales, sin perder ningún partido. El Barcelona, su rival en la final, llegaba, en cambio, después de unas semifinales agotadoras a cinco partidos contra el Real Madrid de Sabonis y Arlauckas. Aunque la temporada del Madrid en la ACB no había sido brillante, terminando cuartos en la liga regualar, acababa de ganar la Copa de Europa después de quince años, con el infalible Obradovic en el banquillo. La semifinal contra el Barcelona se consideró en aquel momento, por tanto, como la final anticipada. Superados los blancos, no había duda: el Barça, que contaba además con el factor cancha a favor, era indiscutible favorito.

Unicaja había llegado más lejos de lo que nadie podía imaginar unos meses antes. Su falta de experiencia y la escasez de su banquillo suponían hándicaps demasiado grandes contra la plantilla entrenada por Aíto García Reneses, que contaba, entre otros, con Xavi Fernández, José Antonio Montero, Salva Díez, Corey Crowder, Ferrán Martínez, Darryl Middleton, Andrés Jiménez y un Epi con pie y medio en la jubilación.

Las mejores armas de aquel Unicaja eran la muñeca letal del ruso Sergei Babkov, toda una amenaza desde el perímetro, los kilos y la clase de Mike Ansley debajo del aro y la dirección del malagueño Nacho Rodríguez. Junto a ellos, Manel Bosch y Kenny Miller formaban en el cinco inicial, y Curro Ávalos, Alfonso Reyes y Gabi Ruiz completaban la exigua rotación de Javier Imbroda.

El lanzamiento (unicajabaloncesto.com)
La sorpresa no tardó en saltar. Más descansado, el Unicaja dominó el primer partido en Barcelona, imponiéndose 77-84, con 23 puntos de Babkov. En el segundo, los malagueños estuvieron en un tris de noquear a los azulgranas y acabaron sucumbiendo por un exiguo 93-92. El Barça había salvado el K.O. y la eliminatoria viajaba rumbo a Málaga.

El tercer partido volvió a ser apasionante e igualado. Venció Unicaja por la mínima (88-87), con un partido enorme de sus dos hombres interiores, Miller y Ansley. La locura estaba desatada en Málaga. El sueño estaba a punto de hacerse realidad. Sólo tenían que ganar el siguiente partido, a disputarse también en Ciudad Jardín. Pero lo más importante era que, hasta ese momento, el Unicaja había demostrado su superioridad a lo largo de la serie.

En el cuarto envite la tensión era enorme. De nuevo, partido igualado. Una vez más, final ajustado. A 20 segundos del final, con 77-79 para los catalanes, Salva Díez falla un 1+1. El Unicaja tiene una posesión para ganar el partido -y con ello la Liga ACB- o mandarlo a la prórroga. Mike Ansley, inconmensurable hasta entonces (37 puntos) en aquel partido, pide la bola. El americano, pleno de confianza, bota el balón y traspasa el medio campo. Su marcador, Middleton, lo espera a prudente distancia. Ansley bota una y otra vez, avanzando lentamente, pasándose el balón entre los pies, y cuando llega a los 7 metros se eleva y ensaya un triple frontal. El balón vuela, choca en la parte posterior del aro y sale despedido. La serie estaba igualada. Tres días después, en el quinto y definitivo encuentro disputado en la Ciudad Condal, los blaugranas vencían por 73-64, terminando con el sueño malagueño.

Mike Ansley fue nombrado MVP de aquella final (único caso en la historia de las finales ACB en que gana el MVP un jugador del equipo perdedor), aunque seguro que hubiera canjeado el galardón porque su lanzamiento triple hubiera traspasado el aro. El Unicaja volvió a Málaga derrotado, pero satisfecho por el trabajo realizado. Los de Imbroda habían introducido una cuña en el selecto club formado hasta entonces por Real Madrid, Barcelona y Joventut. El camino abierto no tardaría en ser transitado por otros. Un año después fue el Caja San Fernando de Sevilla quien se coló en la final contra el Barça. En 1997, el TDK Manresa se convertía en el cuarto club en la historia en ganar la Liga ACB. En 2002, lo hacía el Tau Baskonia. Finalmente, en 2006, el Unicaja derrotaba al Tau en la final de la ACB, con Scariolo en el banquillo y Garbajosa como estrella. Nueve años después, la deuda quedaba saldada.

3 comentarios:

iaGo dijo...

ME acuerdo de ver ese triple en la tele... a pesar de que fue hace mogollon. Y de aquel CAja San Fernando del año siguiente, en el que estaba Mike Smith? Ya no me acuerdo bien, era muy joven...

Javier Martín dijo...

Mike Smith todavía debía de estar en Joventut o Real Madrid. En aquel Caja San Fernando jugaban Richard Scott, Warren Kidd, el base Mike Anderson (ex del Madrid)y nacionales como Benito Doblado, Raúl Pérez y Carlos Montes. Equipo apañadete, pero de rotación aún más corta que el Unicaja. Cayó 3-0 con el poderoso Barça.

iaGo dijo...

Mike Anderson, ese era. Y tambien me acuerdo de Scott. La memoria, que falla... jeje

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